DE COMO UNA BIBLIOTECARIA SE RECONVIERTE EN DOCUMENTALISTA (O EN ALGO PARECIDO)
Ya hace unos cuantos años que esta especie de bibliotecaria, proveniente de aquellas antiquísimas escuelas, se presentó ante su nueva jefa en aquel despacho de la calle Fruela.
Me sentía feliz ya que se me brindaba una nueva oportunidad laboral. Lo que no podía ni tan siquiera imaginar era cuán diferente iba a ser todo a partir de ese momento. ¿Cómo entender que la CDU desapareciese de mi vida?
Desde entonces, ¡cuántas nuevas perspectivas, proyectos, conocimientos, actividades, ilusiones, ideas... invadieron mi cerebro!
Conocerte, laboralmente hablando, y formar parte de tu equipo fue una experiencia demoledora, destructiva, desintegradora... a la vez que generadora, constructiva, productiva , creativa...
Pilar, efectivamente, ¡creaste monstruos!
Doy fe, pues soy uno de ellos.
En ti he encontrado a una persona digna de todo mi afecto y mi cariño, una amiga y no solo una buena jefa. Siempre te has preocupado por nosotros; no solo eramos tus subordinados sino personas con las que compartir un camino y unas metas. Nos has transmitido tu energía, tus ganas de hacer y de vivir, tu entusiasmo por todos y cada uno de tus proyectos, fuesen laborales o personales: PubliBOPA, “La diosa contra Roma” o una sidrina siempre nos arrastraban tras de tí.
No pienso en despedirme, ni mucho menos. Seguiremos en contacto de una u otra manera, las TIC lo hacen posible casi todo. Así que nos vemos por el Facebook, por tu blog o nos tropezamos cualquier día de estos en cualquier esquina de esti Oviedín.
Mientras tanto, un millón de besos
Margarita Lobón
(Margui para los amigos)