martes, 20 de septiembre de 2011

Ripios impostores

Nada de tarjetón,
Ahora llévase el blog,
Que fue cosa que aprendimos
Bajo el mandato reluciente
De Pilar Sánchez Vicente

La reina de los pendientes
Los collares, les pulseres
Y todo tipo de anillos
Con piedras, metales finos.
Para ella son todos divinos

Cuando llegó al Servicio
trajo la revolución
con proyectos punteros
¡ que ganaron hasta premios ¡
Y en pocos años suposo
El salto al estrellato
De aquel servicio olvidado

Allí se cocieron Trasgos, Sidras
Rías, Memoria, Portales
Y siete plazas!! que fueron la envidia
En otras Comunidades

Pero ella quiso más
Y en estos años parió
novelones como soles
de las que fuimos testigos
yendo a las presentaciones

Nunca lo pensamos serios
Pero en esto llegó el día
De despedir con honores
A nuestra jefa querida

y copiándole homenajes
nos permitimos el lujo
de estos ripios impostores
para decirle hasta siempre,
contigo, hasta el fin del mundo!!

1 comentario:

  1. Fue amarga la despedida
    más los suyos, bienamados,
    ficieron-y una espicha
    para levantar los ánimos,
    dónde iba a ser sino,
    que fuera en el Ferroviario
    donde tantas otras veces
    habían bebido y cantado.
    Allí estaban las amigas,
    compañeros y otros tantos
    que habían contribuido
    a su éxito en el trabajo.
    Y ella dioles las gracias,
    gracias por quererme tanto,
    por ser tan profesionales
    y por haberme aguantado.
    Creced y seguid creciendo,
    luchad y seguid luchando,
    y pena que con la crisis
    no podáis multiplicaros.
    Lo que hicimos, ahí está,
    lo que somos nunca cambia,
    que vengan los funcionarios
    a ponerse las medallas
    pero fue una laboral
    quien modernizó la granja.
    Nunca os olvidaré
    aunque al destierro me vaya
    podéis seguir orgullosos,
    con la cabeza bien alta:
    no andamos a cuatro patas
    revolcados por el cieno,
    nosotros tenemos alas,
    con ellas, alto, volemos.
    Mirolos casi con lágrimas
    por los viejos buenos tiempos,
    sabiendo que aquel momento,
    grabado en la memoria,
    sería su mejor recuerdo.
    Y dijo, para acabar:
    Sois los mejores. Os quiero.

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